AMIGAS Y AMIGOS
Estamos hoy reunidos para recordar a un amigo y compañero de lucha. Estamos hoy reunidos aquí para realzar la memoria de un mexicano que honró su vida y su trabajo a favor de la democratización de este país.
Recordar a Francisco Xavier Ovando Hernández y Román Gil Heráldez, es evocar la lucha y entrega de más de seis cientos compañeros que ofrendaron su vida por la transformación de México.
Hace 23 años el autoritarismo de Estado terminó con la vida de un mexicano comprometido con la justicia social . Terminaron con su vida pero no con su lucha que hoy sigue estando presente en las mejores causas del pueblo mexicano.
Xavier Ovando nació el 5 de diciembre de 1947 en Mexicali, Baja California; pero fue a partir de 1964 que adoptó a Michoacán como su segunda tierra, lugar en donde haría amigos y familia, lugar en donde entregaría su esfuerzo al servicio público.
El compromiso con la libertad y la justicia social de todos los nicolaítas fue el principal motivo para que Xavier Ovando decidiera realizar sus estudios en Michoacán, por ello cursó el bachillerato en el Primitivo y Nacional Colegio de San Nicolás de Hidalgo, para después proseguir con la licenciatura en la Facultad de derecho y Ciencias Sociales de nuestra universidad michoacana de la cual sería catedrático años después en la Facultad de Contabilidad y Administración.
Su ímpetu y vitalidad de joven lo llevó, junto con otro grupo de estudiantes a encontrarse al General Lázaro Cárdenas, de ese primer acercamiento surgió su compromiso con el cardenismo, corriente política que jamás abandonaría.
Fue en esa época, cuando éramos estudiantes de la facultad de derecho cuando lo conocí, a partir de ese momento y hasta lo último de sus días entablamos una amistad y un compromiso por un México libertario, justo, independiente e igualitario.
La defensa de la soberanía nacional, la democracia, el fortalecimiento del ejido y la comunidad indígena, la lucha por la educación pública y salud pública para todos, el anhelo de dar a nuestros hijos un mejor país así como el de preparar más y mejor a los jóvenes que darían futuro a México fueron los ideales que llevaron a Xavier Ovando a estar siempre convencido de luchar contra las desigualdades y a favor de la gente.
Como funcionario público fue un hombre dedicado al servicio, entregarse con preparación y compromiso fue siempre su distintivo, de esto da cuenta su paso como secretario particular del entonces Senador Cuauhtémoc Cárdenas, el encargo como director Jurídico de la Subsecretaría Forestal federal; su actuar como Procurador de Justicia del Estado y en la visionaria tarea de dirigir y constituir el Sistema Michoacano de Radio y Televisión que se ha consolidado como un medio de comunicación plural y democrático en el estado.
Los amigos y compañeros de trabajo podremos decir que con respeto hacia los demás e integridad, cumplió siempre con las tareas institucionales que se le encomendaron. Trabajar las horas que requería la resolución de un asunto, a costa de la atención a su esposa e hijos fue siempre reconocido en él, siempre contando con el apoyo y respaldo de su esposa Estela, a quien privada y públicamente agradeció su entrega a Xavier Caheri, Gerardo Cutzandi y Cuautli Ucámbeti.
Como político, Xavier Ovando lo fue siempre en la más amplia aceptación de la palabra, creyó en el diálogo y la conciliación para dar solución a los problemas, por eso ocupó diferentes cargos partidista y fue diputado federal.
Desde joven se comprometió con la vanguardia y el cambio democrático, siempre con respeto a las instituciones y con vocación pacifista, irónicamente fue la violencia y la cerrazón lo que acabó con su vida.
Es en esta vocación a la libertad y la democracia donde encontramos el principal aporte de Ovando en nuestro país. Junto con otros compañeros contribuyó y signó los postulados que dieron origen a la Corriente Democrática, teniendo claros los objetivos de mejorar las condiciones de vida de los sectores mayoritarios y el de impulsar la democratización de los procedimientos y mecanismos de decisión en las instituciones.
Xavier Ovando abandonó al PRI junto con Cuauhtémoc Cárdenas y muchos mexicanos más porque con su cerrazón se había convertido en sinónimo de autoritarismo y antidemocracia. Porque no aceptaba que sus militantes eligieran libre y democráticamente a sus candidatos, socavando su capacidad de organización. Dejaron al PRI porque abandonó los principios de la lucha revolucionaria de 1910 y la defensa de los derechos individuales y sociales que se habían plasmado en la Constitución de 1917. Abandonaron al PRI porque era un partido político que traicionaba sus principios y se entregaba a la reacción.
Xavier Ovando abandonó al PRI por que la razón lo asistía. Hoy a 23 años de su muerte queda claro que fue una decisión correcta, porque fue una decisión que cambió la historia de nuestro país y condujo a México al camino de la democracia.
Al presentar los “Dos Documentos de Trabajo” y la “Propuesta” de la Corriente Democrática todos estábamos convencidos que nos aprestábamos al combate cívico, a luchar con los mexicanos demócratas por el respeto y la efectividad del voto, en esta lucha Xavier Ovando nunca claudicó, ahí estuvo, nunca faltó.
Amigas y Amigos:
A 23 años de su fallecimiento sabemos que la muerte de Xavier Ovando no fue en vano, hoy tenemos mejores elecciones que antes, contamos con autoridades electorales profesionales, con leyes y tribunales electorales que garantizan la justicia en la materia, sin embargo falta más tenemos una transición democrática inacabada.
En estos años de transición no hemos sido capaces de transformar y democratizar en su totalidad las instituciones del poder en México, cualquier descuido y cualquier claudicación en esta lucha puede llevarnos a la regresión autoritaria.
Los mexicanos estamos obligados a tener memoria histórica, no debemos permitir que gobiernos antidemocráticos regresen a Michoacán y a México, debemos enterrar al autoritarismo para siempre, tenemos que seguir dando pasos adelante en la transición democrática de nuestro país.
Xavier Ovando, Román Gil y seiscientos de amigos y compañeros sufrieron y enfrentaron el autoritarismo de Estado, es nuestro deber honrar la memoria de aquellos compañeros y compañeras que entregaron la vida en esta lucha y la mejor forma es salvaguardar y fortalecer los valores e instituciones democráticas de nuestro país.
En particular, como autoridad, debemos comprometer nuestros esfuerzos para tener comicios ejemplares con paz y participación; refrendar nuestro compromiso con la legalidad y garantizar la no utilización ni desvío de recursos públicos en los procesos electorales. Cuidar y mejorar la calidad de las elecciones en nuestro país debe de ser un compromiso de todos, ciudadanos y autoridades.
Sin embargo, debemos hoy también comprometernos a que la igualdad en la vida de los mexicanos sea uno de los resultados del cambio democrático en nuestro país. No podemos hablar de democracia si no damos a nuestra sociedad más y mejores oportunidades de trabajo, salud, educación y desarrollo, hoy la democracia debe de ser sinónimo de paz y desarrollo para nuestro país.
Debemos de luchar contra los factores que amenazan nuestra democracia en estos días: la pobreza, la marginación, la migración y la delincuencia.
Xavier Ovando luchó por el respeto y libertad al sufragio, para honrar su memoria y su lucha, debemos de dar paso a la democracia participativa, aquella en donde la gente no sólo vota, sino que en la que critica, cuestiona, propone y dispone. La ciudadanía exige el plebiscito, referéndum, contralorías sociales, revocación del mandato y candidaturas ciudadanas, entre otras formas de participación, que sin duda mejoraran la democracia mexicana y harán a nuestro país más justo e independiente.
Avanzar en la transformación democrática de la sociedad es la mejor forma de recordar a nuestro amigo y compañero.
Sigamos todos adelante en esta lucha por la democracia y la justicia social.
Muchas Gracias
•Asegurar la unidad de las fuerzas progresistas; respetar el proceso interno del PT; convocar a una nueva reunión para instalar mesas de trabajo, el acuerdo